Sergei Rachmaninoff

Sergei Rachmaninoff 

El mùsico de dedos largos

Se ha iniciado este proyecto con el fin de acercarse más a la vida de los músicos más famosos para así saber porque eligieron la música y como es que aún siguen impresionando con sus magnificas obras. En esta ocasión se ha enfocado en Rachmaninoff, un músico y compositor que influyo en la vida de muchas personas por sus increíbles notas que muy pocos tuvieron la suerte de poderlas tocar tal y como él. 

            Nació el 1º de abril de 1873 en la ciudad de Semyonovo, sus padres fueron Lulov y Vasili Rajmánimov, quienes no tenían mucha suerte en cuanto a la economía. Él era un hombre serio, imponente, alto, de rasgos un poco mongoles y cabello muy corto, fue uno de los pianistas de mayor precisión. Tenía manos muy grandes, lo que le facilitaba hacer amplios acordes. Aprendió a tocar a los 4 años, pero en su juventud se interesó más por la composición y la dirección orquestal. Cuando tenía 10 años fue llevado a San Petersburgo. Más tarde ingresó al conservatorio de Moscú, donde Nikolai Zverev le enseño. Su maestro era algo raro, ya que solo aceptaba a varones que debían vivir con él para supervisar su desarrollo musical y cultural. Zverev solía organizar reuniones en las cuales sus alumnos tocaban, y en una de esas ocasiones conoció a Chaikovsky, quién quedó sorprendido por su talento.

 Cuando Rachmaninoff regreso del conservatorio estudio con su primo Alexander Ziloti, junto con otros estudiantes. Sus compañeros decían que era algo misterioso. Rachmaninoff era diferente, lo cual le daba ventajas al tocar el piano, pues cualquier obra que Rachmaninoff escuchara, aunque fuera 1 sola vez, podía tocarla como si la hubiera estado practicando por años, pero aún así su primera sinfonía fue un fracaso y eso le causo una gran depresión por la cual dejó de componer.  Tardo 3 años en poder superarla usando un método combinado de hipnosis y autosugestión.

En 1902 por fin encontró a su verdadero amor, y se caso con su prima Natalie Satin. Después actuó como director y compuso varias obras, entre ellas el concierto en re menor, que fue el mejor de todos los que compuso. En 1918 abandonó Rusia junto con su esposa y sus dos hijas, se estableció en Estocolmo y después se mudó a Copenhague y ahí opto por tocar el piano. Todas sus presentaciones eran de su propia música así que tuvo que aprenderse todas las obras que abarcaban desde Beethoven en adelante.  

Muchos músicos lo consideraron el mejor pianista viviente en su tiempo, era como un soldado con la música, pues jamás la dejo y le puso lo mejor de él. En su vida privada era un amigo cordial y su actitud no se parecía a la figura que mostraba como pianista.

Fue un excelente pianista, se dedicó a eso y actuó hasta que el cáncer lo inmovilizó.  Ofreció su último concierto en Knoxville, el  17 de febrero de 1943.

 Finalmente murió en Beverly Hills el 28 de marzo de 1943.

Ojala les haya sido útil esta información y que se hayan dado cuenta de que, como en el caso de Rachmaninoff, no se necesita mucho dinero para lograr algo importante, si no mucha dedicación.


CONCIERTO NUM. 3