Crónica del kayak

El pasado viernes tuvimos la oportunidad de ir a pasear en kayak para conocer los manglares del mogote y tener unas pequeñas clases acerca de cómo kayakear, lo cual se nos hizo más fácil gracias a que la hermana de la maestra era la instructora. Nos citaron a las 7:00 al lado del local Papas & Beer  y una vez que todos llegamos nos presentamos y nos dieron una plática de las partes del kayak y de cómo remar. 




La mayoría tenía miedo o nervios porque sabían que podíamos caernos pero después nos explicaron que el material del kayak ayuda a que flote y que es muy difícil que se voltee estando en el agua. La instructora, Yuri, nos puso unos juegos antes de subir a los kayaks, nos entregó el material que necesitábamos para kayakear y por ultimo nos acomodó en 4 parejas y 1 sólo. A mí me tocó junto con Alexandra y fuimos las ultimas en subirnos, yo estaba adelante y ella atrás. Antes de irnos al Mogote nos dijeron que practicáramos 10 minutos y en ese rato nos enseñaron a dar vueltas y las señales que usan para decir que están listos o para que todos se reúnan. Después por fin salimos y nos adelantamos mucho, pero luego los niños nos ganaron y al final llegamos todos al mismo tiempo a los manglares. Ahí fuimos a explorar unos caminos que se veían por ahí y nos atoramos, pero logramos salir. Entonces fuimos a lonchar, nos mojamos, nos tiramos de un barco viejo que estaba ahí y como en 20 minutos nos regresamos.


 Me volví a ir con ale, pero como a medio camino ya estábamos muy cansadas y queríamos cambiarles a los niños pero no nos dejaron. Después quisimos descansar pero seguíamos avanzando y por accidente chocamos con un yate y le dejamos una raya pintada. Pero seguíamos muy cansadas y nos agarramos un rato del kayak de Christiana para que nos llevaran y llegamos a la orilla sin cansarnos. Ahí se nos ocurrió voltear el kayak para ver que se sentía y jugamos un rato en la playa. Después nos tuvimos que ir pero nos la pasamos muy padre y nos gustaría mucho volver a ir.